Desde que tú conmigo no estás…
De lo más importante, no me puedo acordar.
No sé en qué día estamos, ni qué hora es.
No me entero de nada, y nadie se entera de mí.
A mi esposo su número, tuve que volverle a pedir.
Nadie me localiza,
nadie me invita,
nadie me habla.
Desde que te fuiste, ni 5 minutos sola quiero estar,
pues ya no tengo con quien jugar.
Sin tu tierna voz, a ningún lugar sé llegar.
Sólo tú tienes la lista, de lo que me puede faltar,
y cuando la recuerdo, no te la puedo dictar.
De los mejores momentos de mi vida, ni fotos ni videos puedo tomar.
Desde que ya no estás,
no hay quien por las mañanas me pueda despertar.
No escucho la radio, no leo los periódicos.
Me aburro en los semáforos.
Sin ti, ni una transferencia bancaria puedo hacer.
Ni por su cumpleaños a nadie felicitar.
No hay quien la música me pueda tocar,
El nombre de la canción no puedo adivinar, y ningún debate ganar.
En fin, ya no eres lo último que veo al acostarme, ni lo primero que veo al levantarme.
Y bien sabes tú que no fue adrede, que nunca he querido hacerte daño y que ese salto al escusado lo diste prácticamente solo, aún sabiendo que no resistes al agua.
Por eso, desde que no estás aquí, siento que no puedo hacer más nada sin ti, y no me queda de otra más que respirar y reír,
vivir el momento presente,
el cielo, los árboles y los pájaros observar
con el cuello recto caminar,
ver a los ojos y con las personas tomarme el tiempo de hablar,
y los mejores momentos de mis hijos y de mi vida, sin una pantalla de por medio disfrutar.
El más inteligente sin duda del mundo eres,
Y yo sin ti, una tonta.
Aunque contigo, más.