Parto natural sin dolor

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Que no quede duda, no existe. Después de tres partos lo puedo decir alto y claro: es fisiológicamente imposible tener un parto natural sin dolor. En cambio, estoy convencida de que se puede tener un parto natural en el que nuestra mente y nuestro cuerpo no estén enfocados en el dolor, sino en la experiencia de dar vida a través de un parto respetado y humanizado. Esto es lo que logré la tercera vez, tener un parto hermoso, que disfruté desde la primera contracción. Un parto doloroso, sí, pero que recuerdo divinamente pues me sentí todo el tiempo en control de la situación y consciente de mis capacidades.

Cada mujer tiene sus propias razones para querer tener un parto natural. Personalmente, tengo la costumbre de cuestionarme todo, por lo que no entiendo en qué momento las mujeres dejamos que un doctor nos dijera cómo dar a luz a un hijo si no tiene idea de lo que se siente una contracción. Creo profundamente en la capacidad natural de la mujer de traer al mundo a su cría sola, sin necesidad de inducir ni acelerar el proceso por muchos y diferentes medios que se usan en los hospitales (muchas veces sin ni siquiera consultarlo con la propia madre). No hay que olvidar que parir es un acto natural, no una patología, y que la mayoría de las mujeres en el mundo dan y han dado a luz de manera natural (ya sea porque así lo eligieron o porque no tuvieron opción). Lo que está sucediendo en este momento en algunos países del mundo, entre ellos México, donde 90% de los nacimientos en hospitales privados y 80% en los hospitales públicos son a través de cesáreas, no es ni normal ni aceptable (ni siquiera para la Organización Mundial de la Salud, que considera que en un máximo de 10% de los nacimientos es realmente necesario practicar una cesárea).

Cuando entendí que la mayoría de los procedimientos hospitalarios que se usan durante el parto son innecesarios (ej. oxitocina artificial, suero intravenoso, inducción, enemas, tactos, rasurado, episiotomía, ruptura artificial de las membranas, epidural, cesáreas….) y se efectúan muchas veces por rutina, moda, costumbre, sumisión, falta de información y/o simplemente para acelerar el proceso y para beneficio personal del médico y del propio hospital, decidí que quería tener un parto natural sin intervenciones externas. Quería que tanto yo, como ese ser que estaba a punto de traer al mundo, viviéramos la experiencia de la manera más consciente posible.

Desde mi primer parto (un parto en agua, en una maternidad, acompañada de mi esposo y de un ginecólogo completamente respetuoso de todo el proceso natural) sentí ese empoderamiento que vive la mujer al dar a luz. Es inmediato. Es una oportunidad hermosa que tenemos las mujeres de sentir la fuerza, el coraje y la voluntad con la que nacemos. Todas las mujeres nos sentimos super poderosas después de dar a luz, independientemente de la forma en que traigamos al mundo a nuestros hijos. Pero cuando logras tener un parto natural, la emoción es realmente muy fuerte. Siento que no existe acto de amor más intenso.

Y cuando lo has hecho una vez, y aún si fue traumático (la primera vez casi siempre lo es, pues te has lanzado a lo desconocido, además de que descubrir tu lado mamífero no siempre resulta fácil), no te imaginas tener otro parto de una forma diferente, pues ya lo has logrado, ya te diste cuenta de lo que eres capaz, ya conociste lo maravillosa que es la naturaleza. Es también después de mi primer parto que me di cuenta que esa idea de que la mujer está hecha para parir naturalmente suena muy bien y muy romántico pero en la práctica, la mayoría de las mujeres necesitamos más que seguir nuestros instintos, sobre todo en la actualidad donde la información ocupa un lugar tan importante en nuestras vidas y donde tratamos de racionalizar todo. Además de que nos han convencido de que el parto es un proceso complicado y medicalizado, por lo que muchas llegamos a él cargadas de miedos irracionales. Por eso la importancia de prepararse para el evento.

Mucha gente cree que las mujeres que elegimos tener a nuestros hijos de una forma natural, sin intervenciones médicas innecesarias, somos masoquistas (¡o sádicas, y que sólo lo hacemos para hacer sufrir a los demás!). No es verdad, no tenemos el umbral del dolor muy alto ni nos gusta sufrir de a gratis (aunque si se han documentado mujeres que experimentan orgasmos durante las contracciones (buscar en you tube: “partos orgásmicos”) – ¡sigo sin poder creerlo! – ). Pero quizá somos mujeres que sabemos que contamos con una sabiduría femenina ancestral que nos ha permitido, durante siglos, traer al mundo niños de forma natural, sabemos también que el dolor no es permanente, y que afortunadamente existen formas naturales de disminuir el dolor (la primera de ellas es no poner toda tu atención en él).

Un parto natural es como un maratón, excepto que no sabes cuándo se va a terminar. Puede ser de 5km, de 10km o de 50km… No lo sabes. No hay forma de saber cuánto va a durar tu parto. Por eso hay que prepararse y sobre todo visualizar siempre el momento presente (como cuando corres en una subida y te dicen que no mires hacia arriba porque te cansas más, pero que mires hacia abajo y te concentres en tus pies avanzando y en cada paso pienses que es uno menos). El parto será sin duda doloroso, pero la naturaleza funciona tan bien que el dolor nunca es constante ni continuo, y esos momentos entre contracciones son los que te sostienen. Creo que más que el dolor, lo más difícil es manejar el cansancio, sobre todo si nos toca un parto largo. Por eso estoy convencida de que la preparación debe de ser física, mental, y espiritual.

A continuación describo lo que a mí me funcionó para tener un parto natural en casa, en agua, simplemente perfecto y maravilloso. No soy dueña de ningún secreto, a algunas mujeres les funcionan unas cosas, a otras mujeres otras. Tampoco quiero convencer a nadie, pero si me gustaría que todas las mujeres tengamos el parto que elegimos tener, sin que nos sean impuestos procedimientos inútiles e irrespetuosos a nuestro cuerpo y a nuestra naturaleza. Si tú estás deseando tener un parto natural esto te puede dar ideas y yo estoy feliz de compartirlo y ayudar a que otros niños lleguen al mundo de la mejor manera posible.

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DURANTE EL EMBARAZO

Elige al médico adecuado

Jamás vas a poder tener un parto natural si tu ginecólogo no cree en él o no sabe cómo atenderlo (la realidad es que cada vez menos doctores saben lo que es un parto natural, en cambio se gradúan siendo expertos en cesáreas). Que no te de pena preguntar. Todos los doctores dicen que apoyan los partos naturales pero pregúntale directamente a tu doctor cuál es el índice de cesáreas y de partos naturales entre sus pacientes. Nunca es demasiado tarde para cambiar de doctor, sobre todos si sientes que el tuyo está programando una cesárea innecesaria o te da a entender que tu fecha probable de parto cae justamente en sus vacaciones. En todos lados hay ginecólogos-obstretas comprometidos con el parto respetado y humanizado, la mayoría de las veces ofrecen también partos a domicilio o en agua.

El doctor juega un rol fundamental en el parto, está ahí para ayudarte, pero también debes de saber que los doctores que apoyan el parto natural intervienen lo menos posible en el proceso, es decir que te van a dar tu espacio y van a respetar el ciclo natural. Tienes que cambiar la visión de que el doctor te va a sacar al bebé. Tú lo vas a sacar sola y él estará a tu lado para apoyarte.

Elige el lugar correcto

Siendo honestas, es muy poco probable que puedas tener un parto natural en un hospital. Simplemente porque los hospitales privados son empresas, y las empresas tienen que ser rentables, y una mujer siguiendo el ritmo natural de un alumbramiento, ocupando una cama de hospital por “sabrá dios” cuánto tiempo, no es ni eficiente ni rentable. Por lo tanto, hay una gran probabilidad de que aunque tú quieras un parto natural, y tu doctor te apoye, al momento de llegar al hospital la enfermera en turno te empiece a aplicar todos los procedimientos rutinarios que aceleran el proceso y provocan que desocupes la cama lo más rápido posible, empezando por la oxitocina sintética.

Por otra parte, la mayoría de los hospitales no tienen las instalaciones adecuadas para que puedas moverte, y el movimiento y el cambio de posturas es esencial para un parto natural. Además de que te colocan un suero intravenoso en tu brazo que no te permitirá ni siquiera sentarte en la misma cama. Son muy pocos los hospitales que cuentan con instalaciones para tener un parto natural, pero los hay, así que investiga.

Dar a luz en tu propia casa es una excelente alternativa, pero obviamente debes de haber encontrado al ginecólogo-obstetra que acepte atenderte en tu casa y sobre todo darte cuenta de que los partos en casa son tan o más seguros que tener a tu hijo en un hospital. Después de investigar y convencerte a ti misma, tendrás que convencer a la mayoría de las personas que te rodean, pues tenemos miedos tan infundados que creemos que tener un parto en casa es altamente riesgoso, cuando en realidad, si tu embarazo es normal, es exactamente lo contrario. Prepara tu «cueva», el espacio donde estarás durante todo el trabajo de parto, que sea un lugar especial e íntimo donde te sientas bien. Si tendrás un parto en agua visualiza dónde quieres que se coloque la tina.

Elige también cuidadosamente a las personas que quieres que te acompañen durante el parto. Dependiendo de tu personalidad querrás que sea algo muy íntimo, entre tu pareja y tú (al fin y al cabo un parto es sólo el fin de una relación sexual), o quizá necesites todo un equipo que te «couchee». En ese caso una doula te será muy útil, o también puedes invitar a familiares y amigos. Mi único consejo es que sea gente que sólo transmita buena vibra, no dejes que energía negativa y temerosa contamine el ambiente.

Haz ejercicio físico

Importantísimo hacer ejercicio durante todo el embarazo. Lo mejor es la natación, el yoga prenatal, pero también caminar y subir escaleras.

Si no puedes asistir a una clase de yoga te recomiendo esta clase de yoga prenatal (en inglés) que puedes hacer en tu casa.

El ejercicio más importante que debes de practicar durante el embarazo son los squats o sentadillas (ver en el minuto 23.14 del video anterior). Trata de hacer por lo menos 20 diarias.

Relájate

Tenemos nueve meses para preparar y ejercitar nuestro cuerpo y nuestra mente. El cansancio se manifiesta sobre todo a través de pensamientos negativos, así que si aprovechamos el embarazo para aprender a meditar y a controlar nuestros pensamientos, será de gran ayuda durante el trabajo de parto. Está comprobado que con 20 minutos diarios de meditación puedes modificar tu cerebro.

Te recomiendo también el método de Natal Hypnotherapy que te enseña ejercicios de relajación para que hagas durante el embarazo, durante el trabajo de parto, y en la recuperación post-parto. A través de la relajación y de la meditación aprendemos también a respirar y a concentrarnos en nuestra respiración.

Infórmate

Lee e infórmate todo lo que puedas. Es fundamental conocer las etapas de parto y saber qué es a lo que te vas a enfrentar y que estará sucediendo con tu cuerpo durante todo el trabajo de parto. Compra libros sobre parto natural, lee artículos, entra a blogs, ve videos, platica con mujeres que han vivido la experiencia, inscríbete a un curso de preparación al parto junto con tu pareja, contacta a una doula…

Puedes aprender mucho y todo te será útil. Pero deja también un espacio para escucharte a ti misma y permítete seguir tus instintos, confía en tu naturaleza. No te crees expectativas de ningún tipo y queda siempre abierta a cualquier posibilidad pues todo puede pasar, incluso que al último minuto cambien las cosas y por ejemplo, te tengas que ir al hospital o haya que efectuar una cesárea. Me sucedió en mi segundo parto, que después de haber hecho todo el trabajo de parto en casa y en la tina de agua al final decidimos junto con los médicos ir al hospital para ayudar a mi bebé de 4.100kg a salir, por vía vaginal, pero con epidural.

Aliméntate bien

No soy la mejor persona para dar consejos sobre alimentación pues prácticamente en todos mis embarazos he comido de todo. Escucha a tu doctor con respecto a esto pero sí te recomiendo que a partir del 7mo mes empieces a tomar té de hoja de frambuesa (raspberry leaf) pues tiene propiedades que ayudan a preparar al útero.

Comunícate con tu hij@

Durante el embarazo comunícate constantemente con el/la hij@ que cargas en el vientre. Puede ser a través de pensamientos o palabras. Pero también le puedes escribir una carta en donde le describas lo que va a suceder y le digas con cuántas ganas lo estás esperando y cuánto lo amas. Te servirá mucho para visualizar el momento para fortalecer la conexión entre tu bebé y tú, y también será un hermoso recuerdo para tu hij@.

Identifica tus miedos y déjalos ir

Hay muchos mitos que giran alrededor de un parto natural, y lo único que provocan es engendrar miedos inútiles. Te sugiero que investigues acerca de cada uno de ellos y sobre todo que los platiques con tu doctor.

Entre algunos de estos mitos están el hecho de que si se te rompe la fuente entonces el bebé se queda sin líquido amniótico y padece sufrimiento fetal (no es verdad, el líquido amniótico se regenera constantemente y puedes dar a luz hasta 72 horas de que se haya roto la fuente sin ningún problema); que si el cordón umbilical viene enredado en el cuello entonces el bebé se puede asfixiar (la mayoría de los cordones umbilicales se enredan en el bebé, el cordón es muy largo y los doctores que tienen experiencia en partos naturales saben perfectamente maniobrar al bebé a la hora de sacarlo); que si la fuente se te rompe y el líquido no es transparente es muy peligroso (a veces el líquido amniótico sale con un poco de meconio pero no es algo grave, no te alarmes y deja que lo evalúe el doctor); el bebé debe nacer entre la semana 38 y 40 para estar a término (puede ser hasta la semana 42 sin que esto resulte peligroso); el bebé no se ha volteado así que tiene que ser cesárea (depende mucho en qué postura esté el bebé, pero hay ejercicios para provocar que se voltee, como gatear. El doctor también puede ayudarlo a ponerse en la posición correcta pero sobre todo, el bebé se puede aún voltear durante el trabajo de parto); si el primer hijo nació por cesárea entonces todos los demás deberán nacer también por cesárea (nada más falso que esto… investiga sobre todos los casos de mujeres que han tenido partos naturales después de cesáreas); los mellizos o gemelos tienen que nacer por cesárea (es falso, hay muchas mujeres con embarazos múltiples que han tenido parto natural, yo conozco a una que trajo al mundo a sus mellizos en un parto en agua divino); si el bebé viene muy grande no puedo tener un parto vaginal (otro de los grandes pretextos de los doctores para realizar cesáreas…), y muchos mitos más…

Escribe una lista de todos tus miedos, de todas aquellas cosas que en el momento de parto te pueden trabar… Escribe todo. Seguramente saldrán muchas cosas de tu historia personal y familiar, pero también de procedimientos que quizá te asusten y que puedes aprovechar para platicarlos con tu médico. Te sugiero que quemes o destruyas esa lista antes del parto, pues simbólicamente estas desapareciendo todos tus miedos y podrás llegar al parto fuerte, confiada y segura de ti misma.

Escribe tu «plan de parto»

Escribe un plan de parto que puedas compartir tanto con tu doctor como con el hospital donde darás a luz. En él específica todas las intervenciones y procedimientos que deseas y que no deseas que se efectúen en ti. Te sugiero que lo hables con tu ginecólogo antes del parto para que quede bien establecido cuáles son tus preferencias, pues es probable que al momento del parto no te encuentres con la capacidad de tomar decisiones coherentes.

DURANTE EL TRABAJO DE PARTO:

PRIMERA ETAPA

(contracciones y dilatación del cuello uterino)

Una vez que hayas iniciado el trabajo de parto y que las contracciones tengan un ritmo regular te aconsejo que te quites el reloj y te olvides de las expectativas de tiempo. No hay partos largos ni partos cortos, cada parto dura lo que tiene que durar y realmente no vale la pena ir contando las horas. Confía en que tu parto durará el tiempo preciso para que tu hij@ venga al mundo en el momento exacto en el que debe de venir.

Movimiento: En esta primera etapa distráete y muévete todo el tiempo que te sea posible. Sal a caminar, sube escaleras, baila, haz yoga, siéntate sobre la pelota de pilates (los movimientos circulares de cadera te harán sentir muy bien), haz sentadillas o ponte en postura de cuclillas mientras puedas pues te ayudará a abrir tu pelvis. Haz todo lo anterior sin llegar al agotamiento, guarda también fuerzas para lo que viene…

Respiración: Trata de concentrarte en tu respiración. Inhala y exhala profundamente por la nariz, al exhalar puedes tratar de hacerlo desde la garganta, haciendo un pequeño sonido que hará que te relajes aún más. No dejes de oxigenar tu cuerpo a través de la respiración, esto disminuye el dolor.

Visualización: Antes del parto puedes escribir en unas tarjetas frases o mantras que te pueden ayudar a decretar el parto que quieres y enfocarte en otra cosa que no sea el dolor, pero también te ayudan a visualizar lo que está sucediendo con tu cuerpo (ej. “me enfoco en mi respiración”, “estoy relajada”, “el tiempo no importa”, “mi cérvix se abre fácil y suavemente”, “confío en mi cuerpo y en mi sabiduría femenina”, “tendré un parto maravilloso”, “no es dolor, es sólo una sensación intensa”, “contracción es expansión”, “inspiro amor, expiro miedos”, “inspiro luz, expiro tensión”).

Compresa caliente: Muchas mujeres durante la dilatación sentimos un dolor intenso en la espalda baja, o el sacro. La compresa caliente ayuda muchísimo a soportar el dolor. En las tiendas de deportes o farmacias venden unas compresas con un líquido gelatinoso dentro que se activa a través de un botón y se calienta muy rápido de forma automática.

Masaje: Le puedes pedir a tu pareja, doula o acompañante que te dé un masaje en el sacro usando aceite de almendras mientras tú estás sentada en la pelota de pilates haciendo movimientos circulares con tu cadera.

Música relajante: Puedes preparar una lista con música que te relaja especial para el parto. Personalmente me ayuda mucho la música de mantras.

Alimentos: Si tienes ganas, puedes comer y tomar todo lo que quieras. Como ya dije, estás corriendo un maratón así que mientras más energía tengas, es mejor. Quizá no se te antojen muchas cosas, pero puedes comer cosas fáciles como por ejemplo paletas de hielo, frutos secos, almendras, nueces, uvas congeladas, dulces de miel de abeja, frutas (sobre todo el plátano te da mucha energía), agua fría, bebidas energizantes…

SEGUNDA ETAPA

(ya estás completamente dilatada e inicia la expulsión del bebé)

Vocalización: Esta segunda etapa la podrás identificar porque tu respiración ya no podrá ser tan relajada, y muy probablemente empezarás a hacer sonidos fuertes durante la exhalación. No te asustes ni te acomplejes, deja salir el sonido y acepta tu lado animal, se llama vocalizar y ayuda muchísimo para terminar de abrir el cuello uterino y expulsar al bebé. Inhala profundamente y al exhalar abre tu boca y tu mandíbula lo más posible sacando el sonido [aaaaa]. Como es arriba es abajo… si te fuerzas para cerrar la boca estás también cerrando allá abajo (inténtalo ahora mismo para comprobarlo). Si abres tu boca, abajo también se relaja y se abre, y es justamente lo que queremos para que salga el bebé.

Aromaterapia: En realidad yo aconsejo la aromaterapia desde el inicio del trabajo de parto, pero en esta etapa en particular te ayudará mucho a disminuir el dolor. Puedes prender un incienso pero lo mejor es tener un pañuelo en la mano con gotas de algún aceite esencial que te guste (por ejemplo de lavanda, limón, geranio, tea tree…). Colócate el pañuelo en la nariz durante cada contracción.

Abanico: Es muy probable que en esta etapa te de mucho calor, ten a la mano un abanico con el que te puedas echar aire o que tu acompañante use para echarte aire en la cara. Te ayuda también a respirar mejor.

Pelotas de stress: Es increíble cuánto te pueden ayudar unas pelotas de stress (son las pelotas suaves que puedes apretar con las manos) en esta etapa. Al parecer tu cerebro sólo es capaz de concretarse en una sola parte de tu cuerpo a la vez. Si tú estás apretando con tus manos lo más fuerte posible unas pelotas, estás llevando toda tu atención a las manos en vez de al útero. Te aconsejo de verdad que uses las pelotas pues si no las tienes lo más probable es que vayas a usar el brazo de tu acompañante que terminará todo morado.

Sentarse en el w.c.: Quizá de manera natural te den ganas de ir al w.c. en este momento. Pero si no te dan, te aconsejo que lo hagas. La postura en una taza de baño es la postura perfecta para cuando ya estás completamente dilatada (ya no podrás sentarte en la pelota de pilates de cualquier forma…).

Mantras: Sigue haciendo tu labor de visualización. Algunos mantras que puedes usar en esta etapa son: “una contracción menos, cada vez estoy más cerca”, “voy bien, lo estoy haciendo muy bien”, “me relajo, estoy calmada”, “yo controlo la situación”, “estoy abriendo y expulsando”, «mi bebé está bajando»)

TERCERA ETAPA

(pujo)

Si estás teniendo un parto en agua, este es el momento ideal para entrar a la tina. Procura que el agua esté tibia pues el agua demasiado caliente puede detener o inhibir las contracciones. Esta etapa la vas a identificar claramente pues tendrás unas ganas incontrolables de pujar para expulsar a tu bebé.

Postura: La mejor postura es la que sientas en ese momento que debes tomar. Personalmente, y después de tres partos, le tengo especial cariño y respeto a la postura en cuclillas, quizá porque está comprobado que esta postura abre hasta en un 30% más el cérvix. Mis dos hijas que nacieron en agua salieron muy fácil gracias a esta postura (¡por eso la importancia de las sentadillas durante todo el embarazo!). La peor postura para expulsar a un bebé es la postura semi acostada como la que te colocan en el hospital, de manera natural no te vas a poner en esa posición pues simplemente va en contra de todas las leyes de la gravedad.

Pujar: Si te tuviera que dar un solo consejo sería este: no olvides pujar como si estuvieras haciendo popó. Es todo lo que necesitas saber. Si te empieza a doler la garganta o estás haciendo demasiadas muecas con la cara quiere decir que no lo estás haciendo bien… (¿o a poco cuando haces caca también haces tantas muecas?) Además es muy probable que sigas con las pelotas de stress en la mano durante toda la etapa de pujo… ¡siguen siendo muy útiles!

Respiración: Es importante, para evitar desgarres, que al momento de coronar (la cabeza del bebé ya está en la vagina), respires por la boca lo más suave posible pero sin parar de oxigenar tu cuerpo.

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Post-parto

Es increíble la rapidez de recuperación que tenemos las mujeres después de un parto natural. Prácticamente te levantas como si nada con tu hijo en brazos.

Paracetamol: A veces las contracciones después del parto (entuertos) pueden continuar algunas horas o días. El doctor probablemente te aconseje tomar paracetamol, Advil o Tylenol.

Homeopatía: Si tienes demasiado dolor muscular después del parto te sugiero tomar Árnica Montana 30x que venden en farmacias homeopáticas.

Compresas frías (toallas sanitarias): Si te desgarraste o si tienes demasiado dolor púbico te sugiero las toallas sanitarias que se activan y se ponen frías.

Anestesias naturales

Agua tibia (puede ser a través de un parto en agua o simplemente colocarte, parada o sentada, debajo de la regadera)

Lengua en el paladar

Aromaterapia

Oxigenación constante del cuerpo a través de la respiración

Compresas calientes

Masaje / Compresión de sacro

Movimiento y cambio de posturas

Hypnobirth, meditación, relajación, visualización…

Formas naturales de inducir un parto

(estoy convencida de que un parto se activa cuando se debe de activar, y que es mejor confiar en la naturaleza, pero si estás muy desesperada puedes intentar estos métodos alternativos de inducir o activar un parto).

Chocolate caliente

Sexo / Masturbación

Piña

Dátiles

Laurel con aceite de oliva en el ombligo

Platillo picante

Acupuntura / Reflexología

Masaje prenatal

Bibliografía sugerida

Libros:

Birth skills, Juju Sundin

New active birth, Janet Balaskas

Gentle Birth Choices, Barbara Harper

Kundalini Yoga Para El Embarazo, Gurmukh Kaur Khalsa

Web:

http://partonaturalpanama.com

http://partohumanizado.org

http://www.miginecologo.com.mx

http://www.waterbirth.org

Facebook:

Parto natural Panamá: https://www.facebook.com/Partonaturalpanama

Nanti Guadalajara: https://www.facebook.com/nantigdl

Magenta: https://www.facebook.com/pages/MAGENTA-Educaci%C3%B3n-Perinatal

Nacer en plenitud: https://www.facebook.com/nacerenplenitud

Embarazadostv: https://www.facebook.com/embarazadostv

Mi yoga prenatal: https://www.facebook.com/MiYogaPrenatalPanama

Posdata

Este artículo es un compendio de todas las cosas que he aprendido en el camino. Nada lo inventé yo, todos han sido consejos de personas o tips que he leído. Quiero agradecerle en especial a:

Las excelentes doulas: Glenda Furszyfer (D.F.); Ceci Briseño, Karla Albarrán y Carolina Quintana (Guadalajara); Sara Zomer (Panamá).

Los ginecólogos: Dr. Gilberto Ramírez Bergerón (D.F.) que me ayudó a traer al mundo a mi adorada ángel Léa. Dr. José Luis Grefnes (Guadalajara) quien me ayudó a sacar al gran Yann de más de 4 kilos.

Y con un cariño especial a los doctores Rodrigo y Graciela Aybar en Panamá. Ellos no lo saben, pero cuando recién llegué a Panamá y estando todavía en el hotel pues aún no encontrábamos casa donde vivir, yo ya los había encontrado a ellos en internet. Supe desde el primer momento que si tenía un hijo panameño sería con ellos. Dos años después nació mi hija Inés, en un parto en agua, en casa, y todo gracias a estos maravillosos doctores que nadando contra corriente nos dan a muchas mujeres la oportunidad de traer al mundo a hijos de la forma más humana y respetuosa que puede haber.

A todas las mamás guerreras que conozco, que me han inspirado, y que además son mis amigas, en especial a:

Tanya Woods por regalarme el CD de Natal Hypnotherapy.

Lucy Newton por su presencia y por todos sus consejos valiosísimos, sobre todo el de la lista de miedos.

Gisela Pérez por su presencia y por sus muchos consejos, pero sobre todo por el mejor consejo sobre cómo se debe de pujar.

Tatiana Álvarez por ser una de las primeras mamás que me inspiraron a tener un parto en agua y aconsejarme a recurrir a la sabiduría ancestral de las mujeres.

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Y sobre todo, gracias a Gavino, porque nunca lo hubiera podido hacer sin él y porque tres veces demostró ser el mejor compañero de parto.

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Acerca de LaLoren

Migrante permanente: 21 años tapatía, 1 lyonesa, 2 parisina, 2 grenadina, 1 guadalupense, 1 chiapaneca, 1.5 chilanga, 1 trinitaria, 0.5 ginebrina, 3.5 panameña, 1.5 libanesa
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