Si nos ponemos a observar nuestros pensamientos durante el transcurso del día, en la vida diaria, nos daremos cuenta que la mayoría de ellos se refieren a situaciones del pasado o del futuro, y muy pocas veces tienen que ver con el presente. Esto quiere decir que mientras nuestra vida sucede nuestra cabeza está en otro lado. Pasamos el tiempo pensando en cosas que ya no tienen caso y dejamos que la vida se nos vaya sin disfrutar el momento presente que es el que verdaderamente vale.
Eckhart Tolle en su libro Practicing the Power of Now nos da algunos consejos para empezar a vivir el presente. Lo primero es observar al pensador que llevamos dentro, darnos cuenta de nuestros pensamientos y así hacernos conscientes que somos más que esos pensamientos, que hay algo superior, un ser profundo que nos permite analizar a nuestra parte mental. Una vez que nos hacemos conscientes de lo que pasa por nuestra mente la podemos controlar y dirigirla hacia pensamientos positivos que nos causan alegría y paz, en lugar de pensamientos negativos, estresantes o deprimentes.
Si enfocamos nuestros pensamientos a lo que está pasando durante el momento actual nos daremos cuenta que esos pensamientos son generalmente positivos. Aún cuando en nuestra vida existan circunstancias problemáticas, si en cada instante nos preguntamos cuál es concretamente el problema que nos aqueja en ese mismo instante veremos que ninguno, pues la mayoría de los problemas se refieren a situaciones pasadas que no podemos cambiar o situaciones futuras que no podemos controlar.
Durante nuestra vida cotidiana podemos poner toda nuestra atención en lo que hacemos hasta que cada acción se vuelva un fin por sí mismo. Un ejemplo es cuando nos lavamos los dientes, por lo general estamos pensando en otras cosas, en lo que vamos a hacer durante el día, en lo que hicimos, en lo que comimos o vamos a comer, en a quien hay que llamar más tarde… Si en lugar de dejar volar nuestra mente en estas cosas nos enfocamos en el movimiento del cepillo en nuestros dientes, en la sensación del agua en nuestras encías, en el sonido del agua al caer en el lavabo, estaremos viviendo y disfrutando el momento presente, y podremos sentir una paz y una tranquilidad que quizá no sintamos muy seguido.
Vivir el momento presente no sólo se trata de dominar tus pensamientos, sino de habitar tu cuerpo, sentir la vida dentro de ti y disfrutar las cosas que son realmente importantes como la belleza, el amor, la creatividad, la felicidad, la paz. Se trata de hacer del aquí y el ahora tu residencia principal.
Columna publicada en el Newsletter Malabares el 25 de febrero de 2011.